Dentro de la Protección Térmica: Aclare Sus Dudas con Quien Entiende

Este mes abrimos espacio para quienes más importan: nuestros usuarios. Hemos reunido las preguntas más frecuentes que recibimos sobre las prendas de protección térmica y preparamos respuestas técnicas, claras y directas. Sabemos que, al momento de elegir una prenda, surgen muchas dudas —y estamos aquí para aclarar cada una de ellas con base en nuestra experiencia y compromiso con la seguridad.

¡Vamos allá!

¿Mi prenda de protección térmica protege contra cualquier tipo de calor? ¿Cómo sé cuál es la ideal para mi trabajo?

La protección que ofrece una prenda térmica depende directamente del tipo de tela y de la tecnología aplicada en su fabricación. Pero no solo eso: estas telas deben demostrar su eficacia mediante ensayos de laboratorio independientes (de tercera parte), garantizando que realmente funcionen en las condiciones para las cuales fueron diseñados.

En general, las telas de protección térmica están desarrollados para proteger contra tres formas principales de transferencia de calor:

  • Radiación (calor irradiado por llamas o superficies calientes),
  • Conducción (contacto directo con superficies calientes) y
  • Convección (movimiento de aire caliente o vapores).

La tecnología de las telas permite especificarlos para uno o varios tipos de riesgos térmicos, como:

Arco eléctrico – Protege contra los efectos térmicos generados por fallas en sistemas eléctricos.

Fuego repentino (flash fire) – Recomendado para actividades con riesgo de llamas de corta duración, comunes en las industrias química, petroquímica y de petróleo y gas.

Salpicadura de metal fundido – Esencial en entornos de siderurgia, metalurgia e industria mecánica pesada.

Combate de incendios – En este caso, la prenda sigue normas específicas enfocadas en la actuación de bomberos y brigadistas.

En otras palabras, la prenda adecuada es aquella que ha sido específicamente ensayada y certificada para el tipo de calor presente en su actividad. Por eso, es fundamental elegir el EPP con base en el análisis de riesgos del entorno de trabajo.

¿Hasta qué temperatura resiste mi prenda de protección térmica? ¿Existe un límite máximo?

Esta es una duda muy común —y la respuesta puede sorprender: las prendas de protección térmica no se evalúan en función de temperaturas máximas, sino según la cantidad de energía térmica (o flujo de calor) que pueden resistir.

Aunque los ensayos se realicen con calor a altas temperaturas, lo que realmente importa para la certificación del EPP es el nivel de protección contra el calor transferido al cuerpo.

Por ejemplo:

Para fuego repentino, los ensayos simulan una exposición a un flujo térmico continuo de 2 cal/cm²·s. La prenda se evalúa según la cantidad de energía térmica que logra bloquear y el grado de quemaduras que se produciría en la piel (1.º, 2.º o 3.º grado).

Para arco eléctrico, la tela se ensaya para medir su desempeño térmico, utilizando valores como ATPV (Valor de Desempeño Térmico ante Arco Eléctrico) o EBT (Límite de Energía de Ruptura). Posteriormente, la prenda completa se somete a arcos eléctricos con esa energía para validar su eficacia.

Por tanto, no existe una “temperatura máxima”, sino una capacidad comprobada de soportar determinados niveles de calor durante el tiempo suficiente para proteger al usuario. La selección debe considerar siempre el tipo y la intensidad del riesgo térmico presente en el lugar de trabajo.

Mi prenda indica que protege contra arco eléctrico y fuego repentino, ¿es posible? ¿También protege contra explosiones?

Sí, es posible que una misma prenda ofrezca protección tanto contra arco eléctrico como contra fuego repentino, dependiendo de la tecnología de la tela. Otras protecciones pueden incluso estar integradas en la misma tecnología textil, como la protección contra salpicaduras de metal fundido, además de propiedades adicionales que aportan beneficios como alta visibilidad, transpirabilidad, transporte de humedad y confort.

Sin embargo, todo debe estar respaldado por un historial de ensayos de laboratorio, así como pruebas de campo que validen tanto la protección como la comodidad.

ATENCIÓN: las prendas no constituyen un medio de protección individual frente a explosiones.

Y MUCHO CUIDADO: una certificación contra fuego repentino (como NFPA 2112) no garantiza conformidad para arco eléctrico (como ASTM F1506), y viceversa. Son fuentes de calor y metodologías de ensayo distintas.

Si su prenda afirma ofrecer ambas protecciones, ambas deben haber sido evaluadas y certificadas por laboratorios independientes..

¿Mi prenda es antillama, resistente a la llama o retardante de llama?

El término “antillama” se ha popularizado indebidamente y no representa el comportamiento real de la tela de su prenda.

El término retardante de llama se aplica a los tratamientos superficiales de telas y materiales de protección térmica cuya protección no está incorporada de forma permanente. Estos tratamientos químicos pueden perder eficacia tras pocas lavadas o poco tiempo de uso.

La resistencia al calor y a la llama es la capacidad del material para impedir la transmisión del calor mediante ingeniería química avanzada. Puede obtenerse a través de fibras de alta resistencia térmica (fibras “inherentes”) o mediante procesos de modificación en el núcleo de las fibras textiles (como el algodón tratado).

Mantenga siempre una correcta rutina de uso, almacenamiento, lavado e inspección antes y después del uso: estos procesos son esenciales para mantener la protección y la confiabilidad.

IMPORTANTE: no existe ninguna prenda con durabilidad eterna. El desgaste natural implica pérdida de material y, por ende, pérdida de protección con el tiempo..

Los proveedores mencionan muchas normas: NFPA, ASTM, IEC, ISO. ¿Cuál es realmente necesaria?

Existen muchas normas, pero pueden clasificarse según su función:

  • Evaluar la conformidad de los componentes de la prenda (tela, costuras, cierres, reflectivos, etc.).
  • Evaluar la conformidad de la prenda completa (EPP) mediante ensayos.
  • Orientar sobre la selección de la prenda.
  • Establecer criterios de uso y mantenimiento.

Por ejemplo:

En América, la NFPA 70E define procedimientos de trabajo con energía eléctrica y establece los criterios de selección de prendas contra arco eléctrico, mientras que la ASTM F1506 define los requisitos técnicos de las telas y las prendas.

Para fuego repentino, la NFPA 2112 establece los requisitos técnicos, y la NFPA 2113 regula la selección.

En Europa y en países latinoamericanos, las normas IEC 61482-2 (arco eléctrico) y ISO 11612 (calor y llama) son las principales referencias técnicas.

¿Le está gustando el tema? ¡Siga atento, porque aún este mes volveremos con más aclaraciones de quien REALMENTE ENTIENDE del ASUNTO!

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