NO PERMITA QUE VARIACIONES DEL MERCADO O CORTES DE PRESUPUESTO INTERFIERAN EN SU ESTRATEGIA DE CONTROL DE RIESGO.

Durante las crisis económicas, las organizaciones enfrentan desafíos relacionados con los recursos utilizados para mantener la salud y la seguridad de sus trabajadores propios y prestadores de servicios. Muchas veces, la disminución de costos acaba comprometiendo la calidad exigida de los EPI’s, aumentando el riesgo del trabajo y por consecuencia, disminuyendo la seguridad de sus usuarios.

El Equipo de Protección Individual es un componente estratégico muy importante en el control de riesgos en cualquier organización y es la última línea de defensa de quien lo usa, por lo tanto, necesita ser eficaz.

Lamentablemente, el EPI no siempre recibe la atención que merece. Existen muchos equipos de protección en el mercado que son adquiridos solamente por el factor precio. Sin embargo, ni todos los equipos de protección del mercado cumplen con los requisitos o padrones de seguridad que el sector exige. En especial, cuando se trata de prendas ignífugas, un EPI correcto, es decisivo en la protección de los trabajadores contra el riesgo del fuego repentino y del arco eléctrico, con gran complejidad en su implementación.

La responsabilidad de comprobar si la confección de las prendas ignífugas está respaldada por la industria textil y si dichas prendas atienden a los padrones de las normas nacionales e internacionales de la industria y especificaciones de la empresa, recae sobre el área de seguridad del trabajo de la empresa.

Algunos puntos importantes deben ser considerados por el área de seguridad del trabajo para la implementación exitosa de la prenda ignífuga:

• Comprobar que la confección presente una certificación de calidad de terceros y tenga un histórico de proveedor de prenda ignífuga, la experiencia es muy importante.
• Comprobar que la tela ignífuga sea de una marca reconocida y los accesorios como hilos, cierres y fajas reflectoras, atiendan a las especificaciones técnicas. Que todos los componentes de la cadena de materiales tengan certificados de calidad y que la confección cuente con un sistema de rastreabilidad reversible de toda la cadena de suministros, principalmente de la tela.
• Las prendas deben ser siempre ensayadas por un laboratorio independiente, y los resultados deben ser evaluados para garantizar que la tela ignífuga atienda a las especificaciones y expectativas de la empresa.
• Durante el abastecimiento también es extremadamente importante auditar para que se garantice el control del proceso de entrega desde el primer día del contrato hasta el último.

Esos puntos anteriores necesitan constar en la especificación técnica para que se garantice la implementación de un programa de prendas ignífugas exitoso.

El mayor desafío durante estos tiempos económicamente difíciles es mantener los padrones y especificaciones de la empresa y la industria, siendo que la empresa es legalmente responsable por la salud y la seguridad de sus trabajadores y prestadores de servicios.

El papel del área de seguridad del trabajo es reforzar esta postura, dejando claro que estos temas no son negociables y no pueden ser comprometidos, escoger correctamente un EPI puede significar la diferencia entre la vida, la muerte o la invalidez de un trabajador.