Hay muchos contratistas y supervisores en el sector que piensan que se puede simplificar el equipo de protección personal (EPP) usando solo prendas unitalla como parte del EPP para que les sirva a todos los usuarios. Estas son las mismas personas que usan el EPP como método de protección primaria, por lo qué, nunca debería ser el caso.
Un buen programa de seguridad abordará cada situación de manera independiente y por separado para brindar la mejor protección posible. La OSHA establece que el EPP es la última barrera de protección, y la Jerarquía de Controles coloca a la eliminación del peligro como el medio principal para proteger a los trabajadores.
El EPP es necesario cuando no existen otras alternativas para proteger al trabajador. Por lo tanto, cuando se determina que se necesita un EPP, debemos señalar cuál es el EPP adecuado para cada circunstancia, si se usa el EPP todos los días y cual nivel de EPP ofrece la mejor protección.
Una vez que se determina que se requiere EPP, elegir el más indicado para la situación puede parecer una tarea abrumadora. Trabajar cerca de equipos eléctricos que van desde paneles residenciales de 100 amperios hasta sistemas eléctricos comerciales o industriales de 4,000 amperios involucra a un amplio rango de corrientes de cortocircuito posibles y puede provocar lesiones en caso de un arco eléctrico o de un choque eléctrico. Muchas tareas eléctricas, como pruebas con la presencia de tensión o corriente, requieren destreza manual, por lo que usar un guante grande puede producir, a veces, accidentes y frustración.
Con demasiada frecuencia, los electricistas se quitan los guantes voluminosos y trabajan sin protección, lo que aumenta las posibilidades de lesiones.
Lo mismo ocurre con la falsa sensación de seguridad que se crea cuando el electricista, pensando que realmente no necesita un guante, usa uno de un grado de protección inferior solo para que lo vean usando un EPP. Esto genera un exceso de confianza que a menudo pone al electricista demasiado cerca de los componentes energizados y lleva a eventos de arco eléctrico y choque eléctrico que pueden ser letales.
Usar prendas con grados inferiores de protección o demasiado voluminosas también puede poner en peligro a los electricistas. Usar un EPP Categoría 2 cuando las energías del incidente podrían exceder las 20 o 30 calorías por centímetro cuadrado (cal / cm²) podría causar quemaduras graves de tercer grado que pueden provocar infecciones y la muerte, eso si el electricista sobrevive al accidente. Por otro lado, el uso de un EPP de categoría 4 cuando se recomienda un EPP de categoría 2 podría dificultar el movimiento y la visibilidad del electricista, lo que podría provocar una explosión, un arco eléctrico o un choque eléctrico.
Algunas empresas solo quieren comprar indumentarias XL, pero los electricistas vienen en muchos tamaños y formas. Si las mangas son demasiado largas, el electricista se las remanga y podría exponer su muñeca y sus manos a lesiones, ya que la manga no estaría abrochada y ajustada al brazo; por otra parte, los electricistas que necesitan una talla más grande que la proporcionada, y al no poder cerrar la prenda de forma segura, se arriesgan a sufrir lesiones en un evento de arco eléctrico, ya que la mayoría de los electricistas trabajan delante de la fuente del arco.
Está claro que la idea de talla única no es apropiada al seleccionar el EPP, en especial el EPP que está diseñado para proteger a los trabajadores de choques y arcos eléctricos. Cuando se requiera usar este tipo de EPP, tenemos que elegir prendas de la talla adecuada y que ofrezcan el nivel correcto de protección que proporcione una seguridad óptima.
La elección de guantes de goma y de un EPP con la talla y para el voltaje adecuados puede prevenir accidentes al permitir al electricista tener la destreza adecuada para realizar sus tareas eléctricas.