En el panorama actual de la seguridad en el lugar de trabajo, el polvo combustible es, para muchos, un enigma.
La presencia de polvo en el lugar de trabajo es inevitable; sin embargo, la gestión del polvo es mucho más que una consideración rutinaria de limpieza. Cualquier cosa, desde el azúcar, hasta el metal o el hule, pueden producir polvo y, en los entornos de fabricación, estas partículas de polvo pueden suponer graves riesgos.