¡SEA RESPONSABLE DE SU SEGURIDAD, SIEMPRE!

En el siguiente texto abordamos un caso real de un accidente de trabajo que involucra a dos trabajadores, resultando en el fallecimiento de uno de ellos y generando graves lesiones en el otro. Este evento podría haberse evitado si se hubieran adoptado las medidas de seguridad estándar.

En un día común de trabajo, Brad Livingston fue asignado la tarea de realizar la soldadura de dos agujeros en un tanque de aceite. Era un trabajo de rutina que él y su soldador senior habían realizado muchas veces en el pasado. Ese fue el problema.

«Cuando continuamente haces algo y nada sale mal, paras de pensar en el riesgo,» dice Livingston.”

Ese día, ellos tomaron la decisión equivocada de asumir que la cantidad de aceite presente en el tanque, ya que había sido informada por el supervisor, y por ende dejaron de verificar el nivel del aceite por su cuenta.

«El nivel del líquido en realidad no era lo que nos dijeron», dice él. «Podríamos haber descubierto esto en minutos, pero no lo hicimos para ahorrar algunos minutos o quizá algunos dólares en horas extras.»

El soldador senior que lo acompañaba en esta actividad, un experimentado trabajador, además de padre, marido y abuelo, no sobrevivió a la primera explosión. Livingston recuerda ser golpeado por una bola de fuego y lanzado en el aire antes de aterrizar en el segundo tanque, sus prendas se estaban encendiendo y él acabó envuelto en llamas. En este momento, el segundo tanque explotó, lanzándolo de nuevo por el aire antes de que él cayera finalmente al suelo.

Livingston sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en más del 63% de su cuerpo, dejándolo incapacitado para respirar sin el uso de aparatos e imposibilitandole de abrazar a sus tres hijas por mucho tiempo, como muchos pacientes que Jamie Heffernan atiende diariamente.

Heffernan es la gerente de enfermería de la Unidad de Tratamiento de Quemados del Centro Médico de la Universidad de Texas. Ella tiene la capacidad de evaluar los patrones de las quemaduras de sus pacientes y saber quién estaba usando prendas de protección ignífugas. «Las prendas ignífugas no son todas iguales», dice ella.

Hay enormes diferencias entre diferentes tipos de telas y prendas que cumplen con la norma NFPA 2112, porque la norma solo exige un porcentaje menor a 50% de quemadura corporal en un fuego repentino de tres segundos. Desafortunadamente, algunos profesionales de seguridad del trabajo aceptan cualquier producto que simplemente cumpla el requisito normativo.

«Eso me molesta, me causa repulsión saber que un producto que puede quemar a alguien hasta el 49,9% de su cuerpo sea permitido y regulado por la norma,» dice Heffernan.

Es decir, no es suficiente cumplir con la exigencia de la norma, los responsables de la elección de la prenda ignífuga necesitan considerar las diferencias en el desempeño térmico entre las telas, el nivel de calidad de sus componentes y el proceso de fabricación.

En los casos que las quemaduras corporales representan más del 20%, la reacción del organismo puede convertirse en un riesgo mayor que la lesión en sí, como resultado de una respuesta sistémica. Tratar las superficies heridas generalmente se convierte en una preocupación secundaria en detrimento del control de las reacciones internas. En caso contrario, los pacientes pueden morir dentro de cinco días debido al fallo de múltiples órganos.

Para aquellos que sobreviven, el tratamiento de las quemaduras puede durar toda la vida e implica cirugías con internaciones, tratamientos ambulatorios, rehabilitación, y muchas veces, tratamiento psicológico.

«Lo que muchos no saben es que el 30% de las personas tienen trastorno de estrés postraumático debilitante después de quemarse,» dice Heffernan.

Livingston cuenta su historia con frecuencia, no se esperaba que él fuera a sobrevivir, mucho menos que él volviera a caminar. Por eso, él plantea que tomar atajos y dejar de realizar un procedimiento de seguridad, sea cual sea el motivo, nunca vale la pena dejar de hacerlo.

Las prendas que no son confeccionadas con telas ignífugas de alta calidad no pueden ser aceptadas donde hay un riesgo de fuego repentino. Él alienta a las personas a exigir prendas con telas de marcas reconocidas y comprobadas por el mercado, además de usarlas diariamente, porque tú nunca sabes cuándo vas a necesitar.

«El éxito nunca se mide en dólares. Éxito es volver a casa, incluso cuando llegas más tarde y estás agotado, pero volver a casa» dice Livingston.

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