Westex amplió sus conocimientos de los riesgos relacionados con el fuego repentino con los ensayos en Texas A & M University, en un evento con el objetivo de estudiar los efectos de este riesgo en simulaciones de ambientes reales.

El último evento realizado reunió a un gran número de oradores, incluyendo profesionales de la área de la salud en el tratamiento de quemaduras; expertos en ensayos de fuego repentino, así como un sobreviviente de un accidente de fuego repentino que desafortunadamente tuvo quemaduras por todo el cuerpo. El objetivo es concientizar a los participantes que la mera atención a las normas relacionadas con el fuego repentino no es suficiente para proteger a los trabajadores.

Con estas demostraciones en vivo, en escala real de fuegos repentinos utilizando hidrocarburos, fue posible comprobar lo diferente que es el comportamiento de telas comunes y de las telas ignífugas cuando involucradas en una situación de fuego repentino.

«Lo que muchos profesionales del área de seguridad del trabajo desconocen es cómo está limitada la exigencia de la NFPA 2112», subraya Maria Chies, de Westex. «Estos estándares sólo exigen un nivel mínimo de rendimiento. La NFPA 2112 es un punto de partida para evaluar telas ignífugas, NO es la última palabra en el tema. Hay mucha información relevante y valiosa que necesita ser conocida más allá de la «aprobación en el ensayo». Los catálogos publicados de determinadas telas no son lo suficientemente precisos, ya pesar de que muchos profesionales de seguridad piensan que están tomando buenas decisiones en la elección de las prendas ignífugas, quizá no estén, dijo María.

Algunas empresas informan que sus prendas ignífugas son capaces de aguantar un fuego repentino por cuatro segundos. «El problema es” dijo María, “la mayoría de los acontecimientos que implican en un fuego repentino no tardan tanto tiempo.» Los eventos de fuego repentino, son por definición, direccionales, moviendo rápidamente sus frentes de llamas y con una duración de tres segundos o menos. La capacidad de aguantar cuatro segundos puede ser una característica interesante de la tela ignífuga, pero los profesionales de seguridad del trabajo necesitan saber cómo estas telas se comportan también en uno, dos y tres segundos. «Sin embargo, muchas empresas no suministran estos datos porque estos datos no son tan favorables a sus telas «, dijo María.

Las ocurrencias de quemaduras se vuelven peligrosamente altas en exposiciones a un fuego repentino de cuatro segundos para prácticamente todas las telas ignífugas usadas en prendas para riesgos secundarios, y especialmente en las telas con menor peso. Además, muchos expertos evalúan que cualquier resultado con exposición superior a tres segundos es casi irrelevante, porque no incluyen protecciones para la cara, cabeza, máscaras autónomas u otra protección para el sistema respiratorio. Como resultado, en estos escenarios se prevén efectos catastróficos o lesiones fatales.

Mark Ackerman, ex profesor de la Universidad de Alberta y un experto en fuego repentino y prendas ignífugas, dijo que la principal cosa que los profesionales de seguridad del trabajo deben hacer en la especificación de las prendas ignífugas es ser escépticos cuando oigan argumentos basados en interpretaciones poco sólidas de los resultados de los ensayos. En general, los ensayos para las telas ignífugas están diseñados para ser inclusivos y no excluyentes, y muchas veces no reflejan situaciones reales.

Mark pregunta: «¿Cómo usted compara una tela sometida al ensayo de inflamabilidad vertical ASTM D-6413 con un maniquí expuesto a un fuego repentino ASTM F-1930?». La respuesta es: «Usted no puede compararlos.» Los resultados de los ensayos deben venir de un laboratorio independiente y las personas deben ser conscientes de que diferencias menores que el 4% de quemadura corporal no son significativas, pues están dentro de la desviación estándar del ensayo «.

Incluso entre ensayos de maniquíes, los resultados pueden variar ampliamente debido a diferencias de sensores, del material de la superficie del maniquí y cuánto de ella fue expuesta con base en el ajuste de la prenda ensayada.

Los principales beneficios de la realización de las demostraciones en escala real al aire libre fueron dos; mostró claramente cómo el fuego repentino se mueve rápidamente a través de sus frentes de llama, resultando en una breve duración de menos de tres segundos (generalmente cerca de dos segundos) y demostró cómo un uniforme sin propiedades ignífugas se enciende fácilmente, además de las diferencias de protección proporcionadas entre las vestimentas ignífugas de diversas telas ofrecidas en el mercado que también atienden los requerimientos normativos. Telas comunes sin protección ignífuga (incluyendo telas 100% algodón) se encienden fácilmente y siguen quemándose incluso después de la extinción del fuego repentino.

Para ser compatible con NFPA 2112, una tela ignífuga debe presentar un desempeño superior al 50% de protección de quemaduras de segundo y tercer grado en el ensayo del maniquí. «Desafortunadamente, muchas personas aceptan el argumento de» aprobado en el ensayo «o aceptan una etiqueta de acuerdo con la NFPA-2112 sin realmente entender lo que eso significa, o pensar en las implicaciones», dice María. «Hay una gran diferencia de rendimiento de la protección entre vestimentas que se aprueban en la NFPA 2112, aun cuando sean nuevas.
María dice que es muy cómodo para los profesionales de seguridad permitir la adopción de cualquier prenda ignífuga que haya sido aprobada por el ensayo y está en conformidad con la NFPA 2112. Pero ella recomienda que se haga la siguiente pregunta:

«¿Fue aprobada con qué resultado? 49%?

«NO BASTA ATENDER LAS NORMAS, LAS NORMAS REPRESENTAN EL PRIMER PASO PARA UNA ESPECIFICACIÓN DE UNA PRENDA PORQUE HAY UNA GRAN DISPARIDAD ENTRE LAS TELAS QUE ATENDEN LOS REQUERIMIENTOS DE LA NORMA.»