Los Mayores Desafíos de un Programa de Prendas de Protección Térmica.

Un Programa de Prendas de Protección Térmica, o incluso un programa completo que involucra otros equipos de protección personal para protección contra arcos eléctricos y fuego repentino, es un proceso complejo que merece la atención de especialistas, desde su concepción hasta su implementación.

Entre los cinco desafíos que deben abordarse en este programa, detallados por Scott Francis en uno de sus importantes artículos en la revista Occupational Health and Safety Magazine, se encuentra el enfoque en los factores de rendimiento humano. Por esta razón, en la edición 2018, la NFPA 70E elaboró un anexo que trata específicamente este tema.

Los factores de desempeño humano son responsables de la gran mayoría de las fallas y accidentes laborales, y sus orígenes siempre radican en la adecuación y nivel de entrenamiento, aptitud o habilidad para las tareas, exceso de confianza, recursos escasos para la actividad que llevan a la improvisación, cansancio o fatiga, y falta de planificación. Obviamente, muchos otros factores pueden ser añadidos y esta lista puede volverse considerablemente extensa.

Con este primer acercamiento ya podemos percibir que son fallas elementales, pero no siempre es simple cuantificarlas para que se pueda tomar una acción preventiva. ¿Sabía usted que los factores de desempeño humano deben ser tenidos en cuenta en el Análisis y Gestión de Riesgos en las actividades con Energía Eléctrica?

De hecho, pocos profesionales, al elaborar un Programa de EPP para Arco Eléctrico, piensan en incluir el desempeño humano y terminan descuidando factores muy importantes que afectan adversamente las condiciones de trabajo, lo que resulta en accidentes directos e indirectos. La NFPA 70E, desde su revisión de 2018, ya considera las fallas humanas dentro de un Programa de EPP para Arco Eléctrico, al establecer la necesidad de que estos eventos adversos formen parte del Análisis y Gestión de Riesgos en las actividades con Energía Eléctrica.

La acción está prevista en otros países de América Latina, donde la inclusión de factores de desempeño humano y problemas ergonómicos en el Análisis y Gestión de Riesgos debe ser obligatoria.

Algunos consejos para identificar las fallas humanas en el trabajo.

Muchas de las fallas humanas durante el trabajo con energía eléctrica y en otras áreas que involucran fuentes de calor intenso como peligro, son provocadas por el malestar que un EPP puede causar durante las tareas. En particular, el malestar de las prendas de protección térmica llama la atención como un potenciador de fallas, y su mitigación es un desafío para aquellos que valoran la seguridad en el trabajo.

Cinco temas principales, fundamentados en el análisis de riesgos relacionados con fallos humanos, nos ayudan a comprender mejor los principios del desempeño de los trabajadores en sus actividades, y nos aclaran cómo entender y cuantificar el problema. Esto es lo que encontramos en la NFPA 70E:

1. Las personas cometen errores, incluso las mejores.
2. Las situaciones con probabilidad de falla son previsibles, gestionables y prevenibles.
3. El desempeño individual de los colaboradores está influenciado por los valores y procesos organizacionales.
4. El estímulo y la motivación recibidos por superiores, colegas y subordinados elevan los niveles de desempeño de los colaboradores.
5. Los incidentes pueden evitarse con las lecciones aprendidas en el pasado y la comprensión de las razones de las fallas humanas.

En el aspecto humano del procesamiento de la información y la atención, se deben considerar cuatro procesos interactivos de nuestro cerebro:

1. Atención;
2. Sensibilización;
3. Comprensión, Almacenamiento y Razonamiento;
4. Recuperación de la Información y Acción.

Dentro de este enfoque para el tratamiento de los factores de desempeño humano, también tenemos los modos de trabajo de los individuos, basados en: Reglas; Habilidades; y Conocimiento.

Figura 1. Los aspectos del desempeño humano deben ser tenidos en cuenta en el Análisis de Riesgos.

Si las condiciones de trabajo no son adecuadas, poco importará uno u otro modo de trabajo, y las fallas humanas tendrán un gran peso en el análisis de riesgos. Estas condiciones involucran todos los insumos técnicos como herramientas e instrumentos, procedimientos, entrenamiento, y fundamentalmente cuestiones ergonómicas y de bienestar.

El malestar en el trabajo y las fallas humanas.

En América Latina no existen fuentes publicadas que hagan referencia o estratifiquen la negligencia con los EPP, y, además, los accidentes con arcos eléctricos no parecen estar registrados, en particular, en los entornos laborales con energía eléctrica.

En los Estados Unidos, datos alarmantes desde 2014 señalan una negligencia en el uso de EPP, confirmados por aproximadamente el 82 % de los profesionales de seguridad laboral, quienes han sido testigos o han experimentado este tipo de situaciones, donde el EPP se deja de lado por largos períodos o incluso completamente. En el caso de las prendas de protección contra los efectos térmicos del arco eléctrico, se reportan tres motivos principales: son muy incómodos en el cuerpo; son demasiado calurosos para usarlas todo el día; y restringen demasiado los movimientos para realizar el trabajo.

Estos datos pueden ser análogos en muchos otros lugares y regiones del mundo, y, de hecho, el uso de una prenda de vestir incómoda, calurosa y que limita los movimientos para cualquier actividad laboral es un problema que resultará en descontento, trabajos mal ejecutados y otros accidentes de origen ergonómico.

Las telas muy rígidas y que no favorecen el intercambio de calor tienden a provocar dermatitis y otros problemas en la piel, además de ser factores de inducción de accidentes con electricidad que afectan al propio trabajador, o incluso a los colegas que están involucrados en una misma tarea.

Otro problema relacionado con la movilidad y también con el peligro de exposición de partes del cuerpo a fuentes de calor es el encogimiento. No todas las telas con la misma composición pueden considerarse iguales, o capaces de proporcionar los mismos beneficios. Un ejemplo clásico es el conocido 88% algodón 12% nailon (88/12), que varía mucho entre fabricantes. El encogimiento después de los lavados aumentará el peso de la tela, empeorará notablemente la sensación de bienestar y pondrá al trabajador en peligro.

Pero ¿cómo evitar que el uso de los EPP sea descuidado?

En resumen, no es posible abordar este problema en una Prenda de Protección Térmica que ya haya sido adquirida sin haber considerado las condiciones ergonómicas, y que no cuente con características de confort y usabilidad pensadas en su concepción, es decir, haciendo uso de tecnologías avanzadas de telas centradas en el bienestar además de la protección térmica esencial.

De esta manera, la palabra clave es Planificación centrada en la Protección con Ergonomía y Bienestar: Los pasos fundamentales se encuentran en el establecimiento de una prenda de protección térmica de alto rendimiento, es decir, una prenda para uso continuo durante toda la jornada laboral, que garantice las condiciones de ergonomía incluso durante los descansos o actividades intermedias a lo largo del día, manteniendo el confort y permitiendo que el trabajador se enfoque en sus tareas sin distracciones que puedan inducirlo al error y comprometer su seguridad y la de otros colaboradores a su alrededor.

La implementación de prendas de protección térmica basada en tareas, es decir, vistiendo al trabajador específicamente para una actividad o conjunto de actividades, es una alternativa peligrosa. La probabilidad de que estas prendas sean descuidadas en actividades recurrentes después de intervalos de trabajo aumenta considerablemente, especialmente si la prenda resulta ser una carga para el trabajador. Esto puede detectarse fácilmente cuando planificamos la protección junto con el análisis de riesgos, lo que guía a una selección de costo-beneficio óptima sin poner en riesgo a los colaboradores ni llevarlos a la fatiga o desmotivarlos.

Figura 3. Comparación de costos iniciales de un Programa de Prendas.

Un Programa de Prendas de Protección bien elaborado establecerá, junto con el Análisis de Riesgos de cada actividad, la cuantificación objetiva de los factores de desempeño humano y conducirá a acciones efectivas y dirigidas para el éxito del trabajo en su ejecución y en sus aspectos de seguridad. En la actualidad, las soluciones de vanguardia en tecnología de Prenda de protección térmica para la jornada laboral completa requerirán los siguientes aspectos fundamentales:

• Tecnología integrada en la tela que promueva la comodidad y el bienestar, combinados con la protección térmica fundamental.
• Telas altamente transpirables que permitan trabajar durante todo el día sin sudor excesivo o sensación de incomodidad, evitando acciones involuntarias peligrosas durante la jornada laboral.
• Ligereza y tacto natural para prevenir la fatiga y el malestar que afectan incluso a los trabajadores más hábiles o mejor entrenados.
• Biocompatibilidad y ausencia de agentes alergénicos que afecten negativamente la salud y el bienestar de todos los colaboradores.
• Mantenimiento a largo plazo de la protección y de las características visuales como colores, marcas e indicadores fundamentales, incluyendo elementos reflectivos.

Este último aspecto de mantenimiento de las características visuales como el color y la apariencia, así como aspectos de facilidad de limpieza y garantía de calidad a largo plazo, pueden parecer menos relevantes, ¡pero están lejos de ser una idea equivocada!

Asociación de la calidad de la Prenda con la imagen de la Empresa.

La Prenda de Protección Térmica no es un Uniforme, es un equipo de protección individual que requiere todos los cuidados correspondientes. Sin embargo, debido a su aspecto intrínseco de vestir al trabajador para protegerlo, es una marca permanente que revela cuánto se preocupa una empresa por su bienestar.

Los especialistas en análisis de riesgos tienen una visión crítica sobre esta conducta y pueden identificar los factores de influencia en las fallas humanas simplemente observando a un trabajador en acción y estableciendo la correlación entre su conocimiento, habilidades y capacidad para cumplir con las reglas de trabajo, asociados con la tecnología que la empresa pone a disposición para la realización de las tareas y la protección, con un enfoque en la calidad y el bienestar de dicho trabajador.

Un Programa de Prendas de Protección Térmica debe contar con indicadores capaces de detectar todas estas características y factores de influencia, así como con herramientas de acción efectivas que generen una relación costo-beneficio muy impactante en los resultados de productividad y satisfacción de los colaboradores, lo que se refleja obviamente en la imagen proyectada al mercado y, por ende, en la confiabilidad que la empresa tiene entre sus pares y sus clientes.

Westex®, con su amplia experiencia, puede ayudarlo a usted y a su empresa en la implementación de un Programa de Prendas de Protección Térmica de Alto Nivel y proporcionar herramientas para apoyar el desarrollo de su Programa de Gestión de Riesgos (PGR).

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Referencias:

1. Scott Francis. Five Important Things to Know About Arc Flash PPE Programs. Occupational Health and Safety Magazine. Out. 2019.
2. NFPA 70E: Standard for Electrical Safety in the Workplace. Quincy, MA: National Fire Protection Association, 2023.
3. Melissa Gerhardt. Top 3 Arc Flash Clothing Complaints (and How to Solve Them). SAFEOPEDIA. Ja. 2019.